Caso Real · 2024
De la confusión inicial a la claridad financiera
Aitana Berasategi llegó con una idea brillante pero sin estructura económica clara. Tenía proyecciones en servilletas y muchas ganas, pero le faltaba entender cómo organizar sus recursos para crecer de forma sostenible.
En vez de buscar soluciones mágicas, se centró en aprender a leer sus números reales. Dedicó tres meses a construir un sistema básico de control que pudiera manejar ella misma, sin depender de herramientas complejas.
Creó un sistema de seguimiento mensual adaptado a su negocio específico
Aprendió a diferenciar entre gastos necesarios y gastos que podían esperar
Identificó momentos clave para tomar decisiones sobre inversión o ahorro